Esta guarnición, también está muy de moda y se vende en supermercados o establecimientos de comida rápida pero la podemos hacer en casa, de manera muy barata y sencilla. Además vamos a explicar la diferencia que existe entre la cebolla caramelizada y la cebolla confitada que aunque son parecidas no son ni mucho menos lo mismo.
Mañana nos comeremos las hamburguesas con todas nuestras guarniciones y salsas, aunque lo que haremos será poner cada una en un cuenco y por otro lado los bollos, el queso y las hamburguesas para que cada uno se eche lo que prefiera.
Por cierto, aquí os dejo la receta segun la visión de Alfredo, que hay que tener muy en cuenta cebolla caramelizada.
Ingredientes:
-2 cebollas grandes.
-2 ó 3 cucharadas de azúcar.
Opcional: una cucharada de miel.
Elaboración:
1- Cortamos en juliana nuestra cebolla y la ''cocemos'' en abundante aceite (unos 55 ó 60º C) durante tres cuartos de hora más o menos, hasta que cambie a un color entre transparente y dorando. Esto sería simplemente confitar la cebolla (podéis echar un poco de salsa de soja si queréis Oal final una vez retirado el aceite), o cualquier otra verdura u hortaliza, se trata de cocer a fuego suave en aceite.
Como podéis ver la cebolla prácticamente se sale de la sartén, pero no os preocupéis porque mengua un montón.
Como podéis ver la cebolla prácticamente se sale de la sartén, pero no os preocupéis porque mengua un montón.
Esta guarnición por si sóla está muy buena y nos sirve de acompañamiento tanto para carne como para pescado, pero si la caramelizamos, además, jugamos con los agridulces, que son el secreto principal de nuestras hamburguesas.
2- Retiramos con la ayuda de un chino la mayor parte del aceite de nuestra cebolla confitada.
Consejo del chef:este aceite ha quedado aromatizado con la cebolla por lo que nos vale para casi todas las preparaciones que queramos.
3- Volvemos a poner la cebolla en la sartén y añadimos el azúcar (y la miel los que queráis), y vamos cocinando hasta que el azúcar quede totalmente disuelta, o en otras palabras hasta que hagamos caramelo (líquido).
También podemos echar un poco más de azúcar y cocinar durante más tiempo hasta conseguir un caramelo más duro (esto sería sin miel) de forma que hacemos un caramelo crujiente de cebolla. Sólo hay que dejarlo enfriar y partirlo un poco, para espolvorearlo sobre el plato que prefiramos.
Estarían riquisímas las hamburguesas
ResponderEliminarUn saludo, Los Capricos de Jorge!