Huevos al nido

REMEMBER, IF YOU NEED ENGLISH TRANSLATION JUST ASK FOR IT

Hoy os traigo el que probablemente sea mi plato preferido, y aunque el blog esté lleno de recetas con aires internacionacionales, este no puede ser más ibérico. Supongo que muchos de vosotros habéis comido huevos al nido y que probablemente los hayáis comido de otra forma (Arguiñano sin ir más lejos, el otro día hizo unos con nido de patata). Yo no soy quien para decir que estos o aquellos sean mejores; todos son buenos, aunque en mi caso pienso que estos son insuperables y tienen una ventaja se comen igual frios que calientes- aunque yo por llevar la contraria los prefiero templados.

Como no, la receta original viene de mi madre y a penas la he cambiado. Además me enseñó esta receta como se deben enseñar la buenas recetas. a base de preparármela, porque jamás me dijo con palabras cómo se hacía (así fue como me inicié de verdad en la cocina, ¡Qué recuerdos!)

Ahora vayamos a nuestra receta, que aunque es contundente (todo depende de la cantidad ingerida) está genial para esta época estival porque al fin y al cabo se trata de un bocadillo que nos podemos ir comiendo de camino a la playa o la piscina (no añado a la montaña porque la vez que me los llevé a escalar no era capaz de trepar ni siquiera el sendero hasta la vía :P)

Ingredientes

-Panes de viena (panecillos redondos parecidos a los de las hamburguesas pero masa de pan, no de bollo). Aunque en este caso utilicemos panecillos pequeños, de pipas, de semillas de amapola y minichapatas.

-Uno o dos huevos. (en este caso de codorniz, en el original de gallina)

-Chorizo (el de Cantimpalo le va muy bien) en tiras.

-Lomo embutido en tiras.

-Jamón serrano en tiras.

(en fin embutidos que prefiráis)

-Tomate frito.

-Tiras de pimiento verde italiano.

-Un poquito de paciencia, la receta no es nada difícil, pero requiere un poco de paciencia, por eso la pongo en dificultad media.

     Opcional: también los podéis hacer a modo de aperitivo con panecillo y huevos de codorniz, el proceso es el mismo. Un poco de leche para remojar el pan, aunque si son muy recientes no hace falta. En este caso será como los preparemos, que va siendo hora de que nos vayamos por las ramas opcionales.

Elaboración

1- Quitamos la ''txapela'' a los panecillos y le vaciamos de miga. Si está muy seca le remojamos el interior con un poquito de leche entera (si un día es un día, no nos vamos a andar con remilgos de leche desnatada).

2- Freímos las tiras de pimiento y reservamos en papel absorbente.
3-Freímos los huevos con cuidado de que no se desparramen demasiado. Cuando más fresco sean más encogidos quedarán, si nos pues los vamos moldeando con la espumadera. Como los de codorniz son peleagudos, cascadlos con ayuda del cuchillo y los ponemos en un bol; luego les vamos echando a la sartén con ayuda de la cuchara (en el mismo aceite de los pimientos).

4-Quitamos el aceite a la sarten y bajamos el fuego, y vamos agregando el embutido hasta calentarlo (no se trata de freirlo), acto seguido añadimos el tomate.

5-Ya sólo no queda montar. Con ayuda de una cuchara vamos rellenado nuestras vienas, primero el fondo con nuestros embutidos-más o menos hasta la mitad- después ponemos el/ los huevos (con mucho mimo para que no se parta la yema) cubrimos con un poco más de tomate, las tiras de pimiento y ponemos la txapela.

Consejo del chef: a mi, además, me gusta pintarlos con un poco del aceite de los huevos (que mal sonante) y meterlos un minutillo al horno para que queden más crujientes, pero no es del todo necesario.

Ahora imaginaos por un momento, en una playa o sobre el césped, en una mano nuestro huevo al nido en otra un granizado o una cerveza con limón, escuchando el ruido del mar o el cantar de los pájaros...

Dedicado a mi prima Marilén, que sé que te encantan, y a su marido Andreas (te lo prepararé cuando vengas a España), y bueno a mi madre que fue la que me lo enseñó.