Quesada

REMEMBER IF YOU NEED ENGLISH TRANSLATION, JUST ASK FOR IT.

Lo prometido es deuda y aquí traigo un dulce típico, la quesada. El nombre verdadero es Quesada Pasiega, debido al río Pas que surca la comunidad de Cantabria y de donde es típico. Yo no la llamo pasiega puesto que es una variante de mi madre, la cual como buena repostera innovó sobre la receta original.

Esta preparación cuenta con dos siglos de historia, aunque se preparaba antes no hay constancia de ella con este nombre, sin embargo, se puede leer en varios relatos medievales como los pastores y gente de campo llevaban sus pasteles de queso y leche a las duras jornadas; este detalle es importante puesto que nos encontramos ante un postre muy útil si pensamos pasar un día de campo puesto que no necesita frío y tiene una vida larga, aguanta perfectamente cuatro o cinco días, aunque como siempre, yo os recomiendo que lo guardéis en la nevera.

Vamos con ello.

Breve apunte sobre las cantidades que pongo a continuación, si bien no pongo cantidades métricas, cuando escribo: Un Vaso, es la cantidad que tiene ese vaso hasta el borde. En toda la receta tenemos que utilizar el mismo vaso (o modelo) porque si no, no respetaríamos los porcentajes comparados entre los ingredientes- y es que a diferencia de la cocina, la repostería es muy exacta-. Sobra decir que si utilizásemos diferentes modelos variaría esa proporción y nos podría quedar mal.

Ingredientes:

- 2 huevos.

- 100 gramos de mantequilla sin sal( y digo mantequilla y no margarina que se comporta diferente, si no tenemos mantequilla, utilizad aceite, la margarina debe ser vuestra última opción).

- Un vaso de leche entera. (podemos infusionar un poco de canela, pero eso no es de la original, es que soy un apasionado de esa especia).

- Un vaso de azúcar (si os gusta más dulce añadid dos cucharas soperas más).
- Un vaso de harina de trigo.

- Un sobre de levadurina o baking powder (Royal aquí en España es la más común).

- 3 quesitos (si no queso en lonchas).

- Rayadura de un limón pequeño (ojo de no echar lo blanco).

- Un chorrito de licor (normalmente anís, aunque yo he utilizado crema de licor).

- Un yogur natural.

Elaboración:

1- La elaboración es bien sencilla, una vez tengamos preparados todos los ingredientes, vamos precalentando el horno a 180º C, con la opción de calor arriba y abajo ( o sólo abajo si no tenéis), pero sin aire.

2- Echamos todos los ingredientes en un vaso batidor, si no tenemos se puede hacer con un brazo (batidora) o, incluso, a mano con una varilla pero la mantequilla tendrá que estar a punto pomada (a temperatura ambiente hasta obtener la consistencia de una pomada). Sólo tendremos que tener cuidado con la harina, que tendremos que tamizar para evitar grumos (no seamos vaguetes).

Y con la ralladura de limón, porque tenemos que ser cuidadosos de sólo echar la parte amarilla y no la blanca.

 3- Ahora es el momento de echar la mezcla en los moldes. Yo he elegido moldes alumínicos porque para llevarlos de excursión son más manejables, aunque podéis usar los que prefiráis, yo aconsejaría rígidos mejor que de silicona porque la mezcla es muy líquida y es más engorroso llevarlos al horno, pero también valen.

De todas formas, usemos el molde que usemos, primero los tenemos que untar con grasa (mantequilla, margarina, aceite) y espolvorearlos con harina para que no se pegue la preparación (recordar quitar el excedente de harina y grasa.

4- Ahora sólo nos queda verter la masa en los moldes y hornearlo durante unos 40 minutos (id comprobando con un palillo, si sale limpio es que ya está hecho). Cómo apreciaréis en la foto hay que dejar el molde sin llenar del molde, dado que la preparación crecerá en el horno y corremos el riesgo de que se salga.

Y así es como queda, mañana os enseñaré una foto del corte que es muy interesante. Que aproveche.

C

Como veis, pese a su aspecto abizcochado por encima
por dentro tiene una textura totalmente diferente, suave, como cualquier otra tarta de queso.